Carta a Mi Hijo Muerto

En memoria de mi hijo Felipe Javier

¿Sabes? Meditaba en el tiempo que hace ya que no nos vemos.  Hace mucho ¿verdad? Sentí ganas de hablar contigo, ¿sabes? ¡Te extraño mucho! y es por eso que me atreví a escribirte estas líneas.

He meditado mucho sobre mi caminar contigo en esta tierra. He pensado como en veces los padres desperdiciamos los mas ricos momentos que Dios nos otorga como familia. Creemos que todo estará ahí siempre, que los hijos nunca se han de ir, que la esposa siempre permanecerá a tu lado y que siempre soportará todo. Que nada cambiará.

¡Qué pocas veces valoramos y disfrutamos a plenitud lo que en ese momento tenemos! ¡Que soberbios e ignorantes somos en veces!

Contigo "negrito" aprendí a ser padre (bueno, todavía estoy aprendiendo). Cometí muchos errores contigo. Te negué tantas cosas de mi, mi tiempo, mi esfuerzo...en cuantas cosas solo pensé en mi... solo en mi. Mis problemas, mis metas, mi trabajo y aun la iglesia eran primero que tu.

¿Por qué no pude interpretar en tu carita de niño que me necesitabas como amigo? ¿Por qué fui tan ciego para no entender tu necesidad que tenias de mi como tu padre? Tu tenias que haber sido una de las primeras personas por las cuales yo me preocupara de verdad, tu alma tuvo que haber sido  prioridad en mi vida.

Hoy "mi negrito", quisiera volver el tiempo atrás y compensarte todas aquellas cosas que un día te negué. Como quisiera que esto fuera un sueño nada mas y que al despertar tu estuvieras ahí. Pero se, que esto no es un sueño, esto es una dura  y cruel realidad. Te has ido para  siempre, y te has ido para nunca mas volver. Ya nunca jamás podré remediar nada.

¿Recuerdas como me molestaba cuando  desgastabas tus pantalones y te regañaba tanto por ello? Yo pensaba que tu no tenias consideración... -"Las cosas cuestan" - te decia- ¿Recuerdas como me molestaba porque tenía que comprarte todas esas cosas que te pedían  en la escuela? Decía... -"cómo  piden en la escuela han de creer que el dinero se da en árboles". Y todavía pedían cuotas y cosas como esas. ¿Recuerdas como me molestaba porque hacías tanto ruido en la casa cuando  yo estaba estudiando u orando (casi siempre que estaba en casa lo hacía). ¡Como anhelaba estar solo!. ¡Que necios somos al pensar así! Peor aún, el mencionarlo.

Nunca se me ocurrió pensar "mi negrito" que si desgastabas tus pantalones;  que si rompías tus zapatos;  que si hacías ruido; que sí hacías travesuras; que si en ocasiones tenía quejas de ti;  que si  tenía que darte para todos esos gastos, de comida, vestido, educación, era porque estabas vivo. ¡Cómo quisiera hoy tener  todavía todas esas cargas de ti sobre mi!  ¡Cómo quisiera hoy volver a ser tu padre y desgastarme para ti, dar mi vida por ti. Pero ya no puede ser. Ahora, ya no me das ningún problema, ya no me produces ningún gasto. Ya no trabajo para ti. Ya nadie se queja de ti. Ya a nadie molestas. Y esto es simplemente... ¡porque estas muerto!.

Pero  ya aprendí. Tu papa, "mi niño",  ya no es el mismo. El trato que Dios me dio contigo fue muy  fuerte, me dolió muchísimo. Ya no tengo fuerzas para pelear contra Dios, Dios me ha vencido. Dios me ha quebrantado de tal manera que ya no tengo ánimos para levantarme más en desobediencia a Dios. Dios me ha hecho entender, "la nalgada" fue muy fuerte.

Hoy tus hermanos tienen otro papá. En algunas ocasiones  estoy a punto de volver a lo mismo que hice contigo y recuerdo todo esto y pienso: "no se hasta cuando los voy a tener" entonces le pido a Dios que me de gracia para enriquecer cada uno de los momentos con ellos y con tu madre.  Tal vez un día despierte y ya no estén tal y como me pasó contigo... ¡Todo fue tan rápido, tan de repente...!

Creo que somos muy buenos amigos tus hermanos y yo. Ellos te  recuerdan con mucho cariño, sobre todo el mas pequeño, el que era "tu compa" y que me lo tenías muy consentido, por cierto.

Y tu madre,  ¿no sabes cuanto he entendido la falta que me hace? Tu sabes que no es perfecta y  en varias ocasiones llegue a estar tan molesto con ella que muchas veces  hasta pensé en el divorcio, es más, hasta llegue a decírselo. Pero ahora, después de todo esto he aprendido a ver muchas cualidades que ella tiene y que yo, necio, antes no veía. ¿Sabes? Tu madre es una gran mujer. En veces me pregunto: ¿Porque no había visto esto antes? ¿Tuvo que hacer falta que tu murieras para que yo pudiera darme cuenta de todas las riquezas que poseía en mi vida familiar? ¿Por qué tuvo que ser necesaria tu partida para que yo  aprendiera a valorar lo que tengo?

¿Cuántas personas en el mundo cometen los mismos errores que  yo? Buscamos perfección en las cosas, en las personas, en los hijos y por buscar lo que no se tiene no valoran lo que en su presente poseen como una dádiva de Dios.

¡Oh Dios ayúdanos a entender que no vale la pena discutir por un vaso de leche derramada en el sillón!  ¡O porque hay bullicio en casa!  ¡O por cosas como esas! ¡Qué Dios nos haga comprender que las cosas de la vida por las cuales tenemos que trabajar, sufrir, soportar y esforzarnos, es porque existe la vida! ¡Dios! ¡enséñanos a darte gracias por lo que si tenemos y  disfrutarlo mientras lo tengamos con todo y sus defectos! ¡Enséñanos Dios,  a  no mirar lo que no tenemos, y ayúdanos a no quejarnos  por ello!.  ¡Mas bien enséñanos a darte gracias por lo que si tenemos! ¡Ojalá! que haya personas que pudieran leer esto y aprendieran de nosotros.

Hoy  "mi negrito" le doy gracias a Dios por tus hermanos y por tu madre. Gracias porque no son perfectos, gracias porque los tengo con todo y sus defectos, gracias porque no estoy solo, los tengo a ellos. Ya nunca mas me quejaré ni les exigiré perfección, por fin he entendido la lección.

En lo que a ti respecta, fuiste un niño ejemplar, y  ¡ah! como extraño tu encantadora sonrisa que conquistaba  el cariño de tanta gente. Como extraño tus cartas, y tarjetas que me regalabas con algún pensamiento. Y aún aquellos feos dibujos que me dedicabas,  te puedes reír si quieres, pero la verdad nunca fuiste bueno para dibujar. ¿lo recuerdas?. Pero como quisiera, que volvieras a dibujar para mi.

Aún conservo en mi cartera aquella tarjeta que me dedicaste el Día del Padre con tu puño y letra, precisamente tres meses antes de tu partida. Ya escribías muy feo, el cáncer te había dañado tu facultad de escribir. ¡Como amo esa tarjeta! Es para mi como tener una parte  de ti. Es como tenerte a mi lado y sentir tu presencia. Me recuerda tanto tu amor puro y desinteresado;  tu insistente amor que nunca menguó a pesar de todo. ¡Ese gran amor a prueba de fuego!, ¡Fuiste un campeón mi negrito!.

¡Ah! ¡mi  negro! ¡Como suspiro por aquellos tiempos!... Pero, ni hablar,  ya no se puede hacer nada en esa situación, pero si puedo hacer algo con tu madre y tus  hermanos. Además esto me servirá también para las otras relaciones de la vida, como por ejemplo, tus abuelos.

Ahora mi "niño" me tengo que despedir. Ya es noche y  me tengo que ir a dormir.  Tu madre y tus hermanos  ya hace buen rato que duermen. Hoy tuvimos un día ajetreado. Solo recuerda que te extrañamos, ¡Dios sabe cuanto!. Algún día "mi negrito" iremos a visitarte para quedarnos contigo para siempre, mientras tanto, recibe nuestros recuerdos y amor.

Bueno Hijo, hasta luego.

Aun vives para nosotros, muchos besos.

Tu Padre.

 

(Foto e Historia verídicas)

 

En memoria de mi hijo Felipe Javier que partió con el Señor a la edad de 15 años a causa de un tumor cerebral el 16 de Septiembre de 1999.

No estamos sin esperanza. Sino que confiados en el Señor y  en sus fieles promesas, esperamos el día glorioso y bienaventurado de la resurrección en que los cuerpos serán levantados incorruptibles.

Felipe no esta muerto

Sólo se graduó antes

 

tomado (con permiso) de: http://groups.msn.com/matrimoniosvencedores/cartaamihijomuerto.msnw


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Es imposible que esta conmovedora carta no te haga reflexionar

Anhelo que su lectura te haya sido de bendición, tanto como lo fue para mi

Abrazo espiritualmente al papá de Felipe. Gracias por compartirnos esta preciosa carta.

Daniel Sapia

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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"

Apologética Cristiana - ® desde Junio 2000

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