¡¿ María, ayúdanos a construir la paz ?!

por Francisco Rodríguez

tomado de «En la Calle Recta» - Año XXXVII N° 194

COMPARTIDO EN AMOR CRISTIANO

Este es el título con el que L'Osservatore Romano del 7 de enero de 2005 encabeza la alocución que el Papa, Juan Pablo II, pronunció a mediodía del uno de enero:

"Iniciamos el nuevo año celebrando la fiesta de María, Madre de Dios, "Theotókos". La Virgen santísima ofrece al mundo el Mesías, que es la bendición de Dios para todo hombre y para el mundo entero.... En este marco litúrgico se sitúa la actual Jornada mundial de la paz, que este año tiene por tema la exhortación del apóstol san Pablo: "No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien (Rm. 12,21). Qué María, Reina de la paz, nos ayude a todos a construir juntos este bien fundamental de la convivencia humana. Sólo así el mundo podrá avanzar por el camino de la justicia y de la solidaridad humana ".  ( leer )

Nuestro Comentario:

En las páginas anteriores de esta revista podemos ver el saludo de Paz que Jesús Resucitado da a sus atemorizados discípulos [1]. Si comparamos "la Paz a vosotros" del Señor Jesús con "la paz mariana" del Papa, vemos que esas dos paces tienen manantiales distintos. La Paz que da Jesús mana de las cicatrices de sus propias heridas con poder para limpiar todos nuestros pecados y nuestras inmundicias. La paz mariana que ofrece el Papa mana de la cisterna de la idolatría religiosa que pone a María como Reina de la paz.

En ninguna parte de las Escrituras se lee que María sea Reina de la paz y que nos puede "ayudar a construir este bien fundamental". Pero, me temo que el Papa está hablando de la paz como el mundo la da. Sin embargo, (Jesús nos dice: "La paz os dejo, mi paz os doy; Yo no os la doy como el mundo la da" Juan 14:27). Esta Paz de Jesús: nos la deja Él y nos la da Él. Como dice el apóstol Pablo: "El es nuestra paz" (Efesios 2:14), porque con Su sangre nos hizo ciudadanos de esta Paz.

Cuando uno ve que esta misma cita bíblica la utiliza el Papa en su alocución, te preguntas, ¿cómo se puede escribir que Jesús es nuestra paz y al mismo tiempo llamar a María, Reina de la paz? Esto sólo puede tener lugar, cuando uno se apoya en sus propios principios religiosos y dogmas por encima de la Palabra de Dios. Y ese espíritu de confusión es el que no sabe distinguir la Paz que da Cristo de la que da el mundo, ni el verdadero Príncipe de Paz de la paz idolátrica mariana. ¿Qué paz podemos construir juntos con la ayuda de "la Reina de la paz" para la convivencia humana, si con ello estamos negando al único que nos da la Paz y es nuestra Paz: Cristo?

El Papa también afirma: "La Virgen santísima ofrece al mundo el Mesías, que es la bendición de Dios para todo hombre y para el mundo entero".

Uno no debe mezclar la verdad con la mentira, porque el resultado de esa suma nunca será la verdad. No fue la Virgen santísima, como dice el Papa, la que ofreció al mundo el Mesías, sino que fue Dios Mismo el que nos dio a Su Hijo, y así esta escrito: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). Y fue Cristo el que se ofreció a Sí Mismo sin mancha a Dios, así nos lo recuerda Hebreos 9:14: "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a Sí Mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?".

Según las Escrituras fue Dios Mismo el que ha dado a Su Hijo y es Cristo Mismo el que se ofreció sin mancha a Dios. ¿Por qué el Papa quiere correr el velo de la confusión con su "Virgen santísima" para ocultar este don inmenso del amor de Dios al hombre y ese ofrecimiento generoso de Cristo para la purificación de nuestros pecados?

Nunca podemos identificar la Paz de Cristo con la paz del mundo. Pues Jesús Mismo nos advierte: "Estas cosas os he hablado para que en Mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, Yo he vencido al mundo" (Juan 16:33). Si estamos en Cristo, el mundo jamás va a dejarnos en paz. El Señor Jesús nos lo dice claramente: "Porque no sois del mundo, antes Yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece" (Juan 15:19). Sin embargo, el Papa nos anima a pedir ayuda a María, Reina de la paz, para construir juntos la paz ("bien fundamental de la convivencia humana"), para que el mundo pueda avanzar por el camino de la justicia y de la solidaridad humana. Esto lo dice el hombre Papa que se llama "Vicario de Cristo", y no tiene ningún reparo en contradecir al Mismo Jesús. Ya que Jesús nos dice que en Él tendremos paz, pero en el mundo tendremos aflicción y el mundo nos aborrecerá. Cristo no habla de una paz con el mundo sino de que Él ha vencido al mundo, ¿cómo, pues, su "Vicario", el Papa, nos habla de construir esa paz con el mundo? Cristo nos da la victoria sobre el mundo, aunque ahora tengamos que ser afligidos y aborrecidos por el mundo; el Papa nos ofrece la ayuda de la Reina de la paz para construir la paz del mundo. Pero que nadie se engañe, porque Jesús dice: "Yo no os doy (la Paz) como el mundo la da". Lo que el Papa dice tendrá buena acogida dentro de un humanismo ético, pero ese no es el lenguaje de las Escrituras ni el mensaje de Paz de Cristo.

Este mensaje de Paz de Cristo es lo que necesita el hombre de hoy. Anunciarlo con nitidez y vivirlo con fidelidad es un compromiso de quienes dicen que: "Cristo es nuestra Paz", y escuchan de su boca: "Yo he vencido al mundo".

Aquí no caben vías alternativas ni ninguna Reina de la paz. Porque sólo tendremos Paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (Romanos 5:1).

 

Francisco Rodríguez

del Ministerio "En la Calle Recta"

 

Nota:

[1] Revista "En la Calle Recta" Año XXXVII N° 194 página 5, citando Juan 20:21 "Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros: Como me envió el Padre, así Yo también os envío"

 

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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"

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