PASCUA

por Daniel Sapia

Estamos cerca de la celebración de PASCUA. Todos lo sabemos. Todos participamos. Todos, en algún momento de la semana diremos a alguien: -"Felices Pascuas..!!".
Pero.. ¿qué es la Pascua?

En estos días veremos los negocios de venta de chocolates abarrotados de personas comprando los famosos "huevos de pascua". Todos se preocupan en que a ninguno de sus niños les falte, porque sería como olvidarse de ellos en "estas pascuas". También seguramente "reservarán" en su panadería amiga una "rosca de pascua" (la del huevo en medio y sorpresa incluida) para seguir "conmemorando" esta celebración del pueblo cristiano.
Son las mismas personas que en Navidad se preocupan de tener un lindo árbol adornado y lleno de luces, la heladera llena de sidra y los regalitos de papá noel en sus paquetes.

Pero como me pregunté en aquélla oportunidad: "..¿y el verdadero centro de la conmemoración... que lugar ocupa..?" ¿Alguien se acuerdo de lo que hizo...?  Y lo que es más importante ¿Alguien se acuerda PARA QUÉ LO HIZO...?

En Navidad celebramos el cumpleaños de Jesús, Aquél por quien Dios nos acepta nuevamente como sus hijos, obteniendo gracias a su mediación el perdón de pecados y salvación de nuestra alma de la condenación eterna (lo que comúnmente llamamos "ir al cielo")
En Pascua, conmemoramos el momento en que Jesucristo recibe de Dios Padre tan grandiosa potestad. Antiguamente, Dios impartió para el pueblo judío la manera de recibir perdón por las faltas cometidas, donde debían sacrificar un cordero o un cabrito, degollarlo en un altar de expiación (perdón), rociar su sangre sobre el fuego allí encendido, cuyo aroma sería "olor grato a Dios" y  recibiendo redención (lo podemos leer en el Libro de Levítico del Antiguo Testamento).

No obstante, Dios observó que esto no era efectivo, porque el corazón del hombre no era honesto. Era fácil matar para pedir perdón, ya que "haciendo algo" recibía perdón. Pero sin sentimiento espiritual, sin honestidad de corazón. Es por eso que Dios, en su infinito amor, dio al hombre una nueva (y última) oportunidad para obtener perdón de pecados y de esa forma "amigarse" nuevamente con Él (esa nueva oportunidad se denomina El Nuevo Pacto o Nuevo Testamento)

Entregó a su Hijo Jesucristo, a quién envió en forma humana a la tierra a explicar a la gente de qué manera debía reconciliarse con el Padre, sabiendo que sería perseguido, resistido, odiado y entregado, al punto de permitir su muerte, según el perfecto plan del Dios.
De esta manera, y
POR UNICA VEZ Y PARA SIEMPRE, Jesús ocuparía el lugar de los corderos usados en los altares de expiación, para que a través de su sangre derramada en la cruz, todos lo que por fe crean en Él, reciban perdón de pecados, reconciliación con Dios, y vida eterna.
Es por eso que a Jesús se lo llama "El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo"

"...porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su único hijo, para que todo aquél que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16)
(Una aclaración: cuando el párrafo anterior dice "todo aquél...", te incluye también a vos..)

Jesucristo
ENTREGA su vida en la cruz (no lo matan, como muchos creen, ya que él contaba con el poder del Padre para vencer a cualquiera. Un ejemplo lo vemos en el momento que llega la "patota" a detenerlo, con Judas a la cabeza. Cuando dijeron que buscaban a Jesús, y él respondió "..Yo soy..", todos retrocedieron y CAYERON AL PISO (Juan 18:6).

Jesús, obedeciendo a Dios Padre, entrega su vida en la Cruz, cargando de esa manera con los pecados de
TODOS (también con los tuyos y los míos).
Es sepultado, y al tercer día es resucitado para gloria de Dios Padre,. demostrando haber vencido a la muerte y al pecado. Y ahora, en este momento que vos estás leyendo esto, está sentado a la derecha del Trono de Dios, esperando que en arrepentimiento de pecados le entregues tu corazón para que Él haga de vos una nueva criatura, con alma salvada eternamente. Basta con decirle: "Señor, reconozco que he pecado. Necesito que vengas a vivir a mi corazón. Creo que eres el único que puede salvar mi alma. Hoy recibo tu regalo de vida eterna. Gracias. Amén"

Del sacrificio de Jesucristo viene el nombre de Pascua de Resurrección, porque la palabra Pascua significa
PASO. Originalmente los judíos denominaban pascua al paso hacia la Tierra Prometida, desde Egipto (donde vivían esclavizados). Los Cristianos llaman Pascua a la resurrección de Jesucristo, a su paso de la muerte a la vida de gloria junto al Padre.

Quiero decirte, sin ánimo que lo tomes a mal, que estas Pascuas serán FELICES, solo para aquellos que hayan entendido en su corazón el verdadero significado del sacrificio hecho por Jesús. El resto, solo comerá huevos de chocolate.

Realmente te deseo FELICES PASCUAS..!

Que Dios te bendiga

Daniel Sapia

(Escrito en Abril de 2000 para distribuir entre mis compañeros de trabajo)

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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"

Apologética Cristiana - ® desde Junio 2000

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