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Preguntas que un Protestante no puede responder

 

Fecha: domingo, 7 de agosto de 2005 12:12 AM

De: "José Ignacio" <jamxxxxx@yahoo.es>

Para: <[email protected]>

Asunto: Preguntas que un Protestante no puede responder

Hola Daniel:

 

Soy Jose Ignacio, un católico de España que ha estado viendo un rato tu página web. Hay cosas que he leído que me han entristecido, puesto que muestran lo muy perdido que estás y lo errónea que es vuestra interpretación de la Biblia. Tengo que decir que conozco el protestantismo puesto que un buen amigo mío es protestante y me he pasado mucho tiempo refutándole sus ideas. Además conozco a otro chico de familia protestante que se convirtió al catolicismo nada más conocerlo de verdad. 

Sólo quiero que me contestes a varias preguntas que me consta que ningun protestante ha sabido responder jamas:

1- ¿Donde pone en la Biblia que todas las verdades reveladas por Dios estén contenidas única y exclusivamente en la Biblia? La respuesta es: en ningun sitio. No sois capaces de demostrar el principio "sola escriptura" a través de la Biblia. Es más, hasta la segunda mitad del siglo I D.C. no se comenzaron a escribir los libros del Nuevo Testamento, por lo que durante al menos 50 años los cristianos de entonces recibían las verdades de fe oralmente, de boca en boca, y no por escritura. De ahí se deduce que el contenido de la Biblia también es tradición, tal y como luego especificaría el Concilio Vaticano II: las verdades de Dios (la palabra de Dios) están en la tradición escrita (biblia) y en la oral. Por tanto, el contenido de la Biblia fue durante un tiempo tradición oral, y sin embargo ahora vosotros rechazais la tradición oral. Esto demuestra vuestra incoherencia. Volviendo a la pregunta de arriba, no encontrarás en la biblia ningún versículo que diga que las verdades de fe estén contenidas única y exclusivamente en la Biblia, sino más bien nos dice que existen ciertas verdades de fe no contenidas en la Biblia y transmitidas oralmente ( 2 Tes 2, 14-15, Mc 16, 15). Hay por tanto verdades de fe, no escritas en la Biblia, que se han ido transmitiendo desde la muerte de Cristo hasta nuestros días.

2- ¿Como sabeis los protestantes qué libros del Nuevo Testamento son Palabra de Dios? Los católicos lo sabemos con certeza porque nos lo dice la Iglesia, pero vosotros no reconoceis la autoridad de Papa, asi que no podéis utilizar este argumento. En el Nuevo Testamento pone que las Sagradas Escrituras son Palabra de Dios, pero no dice qué libros son Palabra de Dios y cuales no. Te repito que yo sé que los libros del Nuevo Testamento son todos ellos Palabra de Dios, pero esto lo puedo afirmar porque me lo dice la Santa Madre Iglesia, que tiene a Cristo como cabeza (cuando la Iglesia Católica habla como Iglesia, quien habla por ella es el Verbo). Entonces,al no reconocer los protestantes la autoridad del Papa,¿cómo podeis vosotros asegurar que la Carta de San Pablo a Tito, por ejemplo, es Palabra de Dios? ¿Qué autoridad vuestra lo dice? No existen argumentos desde el protestantismo para asegurar que la Carta de San Pablo a Tito, por ejemplo, es Palabra de Dios. En cambio desde el catolicismo sí se puede afirmar eso.

3- No voy a entrar en el debate de cifras acerca del número de iglesias protestantes que existen en el mundo. Es evidente, como los mismos líderes protestantes reconocen, la desunión que existe entre estas iglesias. Todos sabemos que Lutero rompió con la Iglesia Católica, y luego un tercero rompió con Lutero, y luego otro rompió con el tercero y así sucesivamente. Mi pregunta es: si todas las iglesias protestantes del mundo reclaman que los inspira el Espíritu Santo en la lectura e interpretación de la Biblia, ¿cómo explicas que el Espíritu Santo pueda ser contradictorio?¿Cómo es que a un pastor de una determinada iglesia protestante el Espíritu Santo le inspira una cosa y al pastor de otra iglesia protestante le inspira algo totalmente distinto? Esto es totalmente imposible, puesto que no podemos introducir un elemento de contradicción en Dios. Entonces respondame a esta pregunta, por favor.

Me gustaría por último comentarte que la Iglesia Católica no es solamente humana, como tú quieres dar a entender, sino que es al mismo tiempo divina, puesto que tiene como cabeza al mismo Cristo, que la edificó sobre San Pedro. Me gustaría que leyeses con detenimiento Mt 16, 18-19 y Jn 21 15-17. Las ovejas a las que San Pedro tiene que apacentar somos los cristianos. El problema es que algunos dejaron de lado a San Pedro, y han fundado iglesias falsas. Las iglesias protestantes son falsas por una razón contundente: no tienen sucesión apostólica. La única iglesia protestante con sucesión apostólica era la anglicana, pero la perdió en el siglo XIX. Por tanto, lo que tiene que hacer un cristiano para saber qué iglesia es la verdadera Iglesia de Cristo es seguir a San Pedro y a sus sucesores, tal y como Cristo estableció. Una última cosa, creo que voy a hacer lo que San Pablo le dice a Tito que haga en Tit 3 10-11: amonestarte un par de veces y luego apartarme de ti. 

Por cierto, me gustaría comentar una apreciación. En todos sus textos se expresa e un tono dialogante y respetuoso, usando buenos modales. Sin embargo del fondo y contenido de esos textos se deduce nítidamente su condición de anticatólico, condición no mantenida en la actualidad por el protestantismo del norte de Europa pero muy en la línea del protestantismo estadounidense, muy poderoso desde el punto de vista financiero y político. Cuando hablo de anticatolicismo, quiero indicar que usted no odia al fiel católico, al que pretende convertir en protestante, sino que odia a la Iglesia Católica y la fe cristiana que la Iglesia Católica trata de inculcar a sus miembros. Hay muchas otras cosas que he visto en la página que me gustaría comentarte para rebatirlas, pero eso ya lo haré en otro momento.

Espero su respuesta, aunque de antemano te digo que ningún protestante puede responder de verdad estas dos preguntas. Y no es que no hayan sido respondidas hace poco, sino que no han sido respondidas en cinco siglos de protestantismo. En su respuesta, céntrese en esas tres preguntas, por favor. 


 

Respuesta de Daniel Sapia

 

Fecha: miércoles, 10 de agosto de 2005 23:42

De: <conocereislaverdad@ciudad.com.ar>

Para: "José Ignacio" <jamxxxxx@yahoo.es>

Asunto: Re: Preguntas que un Protestante no puede responder

Estimado José Ignacio, paz de Dios en tu vida. Muchas gracias por escribirme. Espero que tus cosas estén bien, bajo las bendiciones del Señor. También quiero agradecerte por haber dedicado un rato a la lectura del material que ofrezco en mi sitio web, y también al encontrar de interés alguna opinión que yo pudiera ofrecerte. 

Respecto a tus consultas, con gusto te ofreceré mis comentarios. Como acostumbro, por una cuestión de orden y forma, primero citaré la expresión que genera mi respuesta, entendiendo que ayuda a la claridad del intercambio. 

Una aclaración antes de comenzar. Dices: “quiero que me contestes a varias preguntas que me consta que ningun protestante ha sabido responder jamas...” y “...de antemano te digo que ningún protestante puede responder de verdad estas dos preguntas. Y no es que no hayan sido respondidas hace poco, sino que no han sido respondidas en cinco siglos de protestantismo.”  

Lo cierto es que respuestas evidentemente debes haber recibido (tanto tu como el resto que la recibió “durante 500 años”). Lo que deduzco que realmente ha sucedido es que, por lo visto, dichas respuestas no fueron aceptadas como válidas, cosa muy diferente a decir que “no saben o no pueden responder”. En esta línea, pareciera que aunque recibieras un aluvión de respuestas, seguirás igualmente diciendo que nadie te ha sabido o podido responder..  Con lo cual, mediante este enfoque entiendo que es lógicamente comprensible y hasta esperable tu expresión “nadie me respondió de verdad”

No obstante estas consideraciones previas que no pueden ni deben obviarse, con gusto te ofreceré mis opiniones, en el anhelo de que tal vez merezcan de tu valoración objetiva, aunque no coincidan con lo que de antemano hayas decidido creer sobre los puntos tratados. 

Pasando a lo sustancial de tu carta, he notado en tus planteos que incurres en, al menos, 9 expresiones o ideas erróneas (las cuales iré mencionando oportunamente). Y en este sentido, estimado José Ignacio, es sabido que premisas erróneas seguramente derivan en conclusiones erróneas.

 

1. Tengo que decir que conozco el protestantismo puesto que un buen amigo mío es protestante y me he pasado mucho tiempo refutándole sus ideas. Además conozco a otro chico de familia protestante que se convirtió al catolicismo nada más conocerlo de verdad 

No nos detendremos a analizar si es adecuado que digas que “conoces el protestantismo” por el simple hecho de tener un buen amigo que es protestante, aunque converses mucho con él. Las cosas realmente se conocen cuando se viven.. Imagínate! Si yo, a pesar de haber sido católico romano por 32 años me dicen que no conozco al catolicismo... qué dirían entonces si dijera yo que lo conozco gracias a mis conversaciones con un muy buen amigo católico!! Tampoco nos detendremos a fundamentar estadísticas de casos de chicos de familias católicas que se convierten en cristianos evangélicos.

 

2. Sólo quiero que me contestes a varias preguntas que me consta que ningun protestante ha sabido responder jamas: 

Bueno, esto ya lo comentamos anteriormente. No aceptar una respuesta como “convincente” conforme a los personales y propios puntos de vista es una cosa muy diferente a decir que “nunca han sabido responder”. Lo que no me queda claro es que si hasta ahora nadie te ha sabido responder (como dices), y tu personal opinión es que yo tengo “una interpretación errónea de la Biblia”, entonces no comprendo que valor podrías darle a mis respuestas. No tomes a mal lo que te digo, pero implícitamente se percibe que las has descalificado antes de escucharlas.  

Conforme a la experiencia que he recogido a lo largo de estos últimos años, no sería raro que en el supuestísimo caso de que encontraras en mis argumentos algo nuevo, que hiciera tambalear alguna de tus creencias, seguramente buscarías alguna arista para aferrarte, armar una “refutación” mínimamente creíble, pasando a olvidarte del asunto lo más rápido posible, descansando bajo la figura de haber hecho tu trabajo de “amonestación” para luego apartarte, “como enseña el apóstol...”. 

De todas formas, con gusto haré el intento. “Yo planté, Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios”, dijo el apóstol San Pablo. Sembremos la Buena Semilla de la Palabra y dejemos que el Espíritu Santo, conforme a Su perfecta soberanía, realice el resto. Amén.

 

3. 1- ¿Donde pone en la Biblia que todas las verdades reveladas por Dios estén contenidas única y exclusivamente en la Biblia? La respuesta es: en ningun sitio. No sois capaces de demostrar el principio "sola escriptura" a través de la Biblia. 

El planteo contienen una falla básica de concepto. Es un error [ERROR 1] suponer que el principio de Sola Escritura sostiene que “todas las verdades reveladas por Dios están contenidas en la Biblia”. Dios es soberano de revelar verdades de manera privada y de aplicación personal, si así Le place. Por eso decir “todas las verdades” es algo poco prudente. No obstante está claro que por más privadas que puedan llegar a ser estas verdades, nunca podrían agregar y mucho menos contradecir a lo registrado en las Sagradas Escrituras. 

Lo correcto que afirma el Sola Escritura es que la Biblia es la única y suficiente fuente autorizada, conforme al Plan perfecto de Dios, en donde basar doctrina y práctica. Dicho de otra manera: en la Biblia se encuentra todo lo necesario para que cada individuo conozca el Plan de Dios, y obedeciéndolo obtenga perdón de pecados, Justificación, Santificación , Redención y vida eterna en Cristo Jesús. En este sentido, es curioso notar que la misma Iglesia Católica Romana afirma exactamente lo mismo en su Catecismo al declarar que "En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y solo lo que Dios quería" (CIC 106) y “...los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la Verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra" (CIC 107) 

Por eso, la pregunta que uno debe hacerse es ¿si con la BIBLIA SOLA no alcanza... PARA QUE COSA no alcanza? Pues, lo cierto es que para saber como obtener la Salvación en Cristo, alcanza (perfectamente, como afirma el Catecismo). Pero para lo que evidentemente NO ALCANZA (y necesita ser complementada con otras cosas) es para dar adecuada justificación al cúmulo de dogmas que la Institución Católica Romana impone a su feligresía. Si la Biblia contiene todo y sólo (ni le falta ni le sobra nada) lo que Dios quiso transmitirnos para salvación nuestra.. ¿qué cosas ajenas a ella necesitamos? ¿Podría ser necesario para nuestra salvación algo que Dios no nos transmitió a través de la Sagrada Escritura? Responder afirmativamente sería negar la validez de lo declarado en el CIC #106 y 107.

 

4. Es más, hasta la segunda mitad del siglo I D.C. no se comenzaron a escribir los libros del Nuevo Testamento, por lo que durante al menos 50 años los cristianos de entonces recibían las verdades de fe oralmente, de boca en boca, y no por escritura. 

Otro error de concepto [ERROR 2]. Sola Escritura no trata de la forma (medio) de propagar las verdades de Fe, sino de LA FUENTE de las mismas. Mientras oportunamente el Espíritu Santo plasmó por escrito estas verdades, a través de los santos hagiógrafos, las mismas verdades se transmitían de “viva voz”. De hecho, los cristianos hoy en día no andan por la calle repartiendo fotocopias, como si la manera “legal” de conocer la Fe fuera expresamente “leyendo algo escrito”. La transmisión es una cosa, la fuente basal de lo que se transmita es otra.

 

5. De ahí se deduce que el contenido de la Biblia también es tradición, tal y como luego especificaría el Concilio Vaticano II: las verdades de Dios (la palabra de Dios) están en la tradición escrita (biblia) y en la oral. Por tanto, el contenido de la Biblia fue durante un tiempo tradición oral, y sin embargo ahora vosotros rechazais la tradición oral. Esto demuestra vuestra incoherencia. 

No es así. Lo que el Cristiano no hace es otorgarle “autoridad de Dios” a cualquier (incomprobable) tradición oral, sea contradictoria con la Escritura (inspirada divinamente) o que tenga intenciones de complementarla (muy probablemente para otorgarle poder y autoridad a la Institución que dice administrarla). Y aunque el contenido de la Biblia haya sido conocido sólo “de viva voz” por un tiempo, dejó de ser un basamento “oral” cuando fue registrado por los instrumentos escogidos por Dios, quienes fueron LOS MISMOS que recibieron directamente y en persona esas doctrinas (enseñanzas). Con lo cual, es un error [ERROR 3] el afirmar que “la Biblia es tradición” (en presente). Si la mayoría de los santos escritores fueron TESTIGOS de lo sucedido, significa que sus escritos no se basaron en meras tradiciones orales que recogieron, sino en lo que ellos mismos hubieron visto y oído (Hechos 4:19-20) o de revelación directa de Jesucristo (Gálatas 1:11-12), lo cual no aplica en absoluto a la “Tradición” que propugna la Iglesia Católica Romana, sustentada en un supuesto “boca en boca”, o a lo afirmado por tal o cual padre o doctor de la Iglesia. Darle validez canónica “per sé” a cualquiera de estas posibilidades es desconsiderar imprudentemente lo que el apóstol San Pablo ya advirtiera en Gálatas 1:8-9.

 

6. Volviendo a la pregunta de arriba, no encontrarás en la biblia ningún versículo que diga que las verdades de fe estén contenidas única y exclusivamente en la Biblia, sino más bien nos dice que existen ciertas verdades de fe no contenidas en la Biblia y transmitidas oralmente ( 2 Tes 2, 14-15, Mc 16, 15). Hay por tanto verdades de fe, no escritas en la Biblia, que se han ido transmitiendo desde la muerte de Cristo hasta nuestros días. 

Ya hemos visto que la misma Institución Católica reconoce y enseña que en la Biblia “Dios puso todo y sólo lo que Él quiso, para salvación nuestra...”. Entonces ¿qué le falta a la Biblia como Revelación  de Dios en Su Plan de Salvación? Nada. Sin embargo, muchas cosas le faltan que la Iglesia Católica necesita para justificar su poder temporal por sobre la feligresía. Por eso necesita definir unilateralmente otras fuentes de fundamentación, otorgándoles autoridad similar a la que por derecho propio posee la Biblia. 

No es cierto que la Biblia “diga” que existen ciertas verdades de fe no contenidas en ella [ERROR 4]. El texto citado, del apóstol San Pablo (2 Tes 2:15) no aplica para lo que se lo pretende presentar. Pablo dice Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.”

Algunas versiones traducen “tradiciones” y no “doctrinas”, pero en definitiva el sentido es similar: “las enseñanzas recibidas”. En esa expresión el apóstol no habla de la fuente de la revelación, sino de la forma en que les fuera transmitida dicha enseñanza. Si 2 Tes 2:15 sirviera para validar algún tipo de enseñanza paralela a lo que luego quedó plasmada en la Escritura, significaría entonces que Pablo enseñó verdades de fe que finalmente escribió (en las cartas inspiradas) y también verdades de fe necesarias para la salvación que no escribió en ninguna de sus cartas inspiradas divinamente. Pues, con respecto a esto, si bien lo he preguntado en muchas oportunidades, hasta ahora nadie me ha sabido responder (nunca he recibido respuesta) acerca de cuales son aquellas enseñanzas PUNTUALES que Pablo predicó oralmente (de viva voz) pero que nunca escribió.  

Marcos 16:15 en absoluto valida ninguna tradición oral ajena a lo registrado en la Escritura. Allí se encuentra el mandato del Señor a Sus discípulos a que prediquen el Evangelio a toda criatura. En esta porción de la Escritura es interesante notar, un par de versículos más adelante, que “las señales” con la que el Señor confirmaría la predicación no seguían “a los apóstoles” sino que seguían A LA PALABRA predicada por ellos (Marcos 16:20). En perfecta sintonía con lo que Pablo advierte en Gálatas 1:8-9, lo importante es QUE COSA se diga y no QUIEN la diga, razón que hecha por tierra cualquier autoridad que alguien pretenda arrogarse producto de alguna supuesta “sucesión apostólica” de la que pregone formar parte. 

Escrito está: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.” (Juan 20:30-31) ¿Se referiría el apóstol San Juan sólo a su carta? Probablemente si. Pero no necesariamente se debió ajustar a ella el Espíritu Santo de Dios, quien inspiró no sólo al apóstol San Juan sino a todo el resto de escritores sagrados, el cual, y sin lugar a dudas, evidentemente podía percibir la Palabra Escrita de Dios desde una dimensión muy diferente a la de los humanos y temporales santos hagiógrafos. 

Recomiendo la lectura de:

http://www.conocereislaverdad.org/autoridadfinal.htm

http://www.conocereislaverdad.org/solascriptura.htm

 

7. 2- ¿Como sabeis los protestantes qué libros del Nuevo Testamento son Palabra de Dios? Los católicos lo sabemos con certeza porque nos lo dice la Iglesia, pero vosotros no reconoceis la autoridad de Papa, asi que no podéis utilizar este argumento. 

El pueblo Evangélico no necesita reconocer la autoridad de ningún Papa para aceptar la canonicidad de los libros inspirados divinamente, porque ninguno de ellos fue quién determinó cuáles libros eran inspirados y cuáles no lo eran. El propósito del Concilio de Cartago -año397 DC- no fue seleccionar viejos rollos polvorientos que habían sido almacenados en un ático de algún monasterio y luego anunciar al mundo cristiano cuáles eran canónicos y cuáles no. El Concilio sencillamente ratificó los que la iglesia neotestamentaria había adoptado como lectura sagrada. Más aún.. en el mismísmo Concilio Vaticano I (Ago 1870) se declaró que los escritos que componen la Biblia no son inspirados “porque la Iglesia Católica así lo definió”, sino porque... “escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios por autor, y como tales han sido transmitidos a la misma Iglesia..” Y a confesión de partes, relevo de pruebas. 

Estos libros del Antiguo y del Nuevo Testamento... han de ser recibidos como sagrados y canónicos. Ahora bien, la Iglesia los tiene por sagrados y canónicos, no porque compuestos por sola industria humana, hayan sido luego aprobados por ella; ni solamente porque contengan la revelación sin error; sino porque escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios por autor, y como tales han sido transmitidos a la misma Iglesia

(Concilio Vaticano I, Sesión III (24/08/1870), Capítulo II "De la Revelación", Canon 4.).

http://www.conoze.com/doc.php?doc=993

Con lo cual, no es necesario estar sujeto a ningún Papa para aceptar la canonicidad de los escritos sagrados que el Concilio de Cartago simplemente ratificó, pues así fueron transmitidos al Cuerpo de Cristo, como reconoce la misma Jerarquía de Roma.

 

8.  En el Nuevo Testamento pone que las Sagradas Escrituras son Palabra de Dios, pero no dice qué libros son Palabra de Dios y cuales no. Te repito que yo sé que los libros del Nuevo Testamento son todos ellos Palabra de Dios, pero esto lo puedo afirmar porque me lo dice la Santa Madre Iglesia, que tiene a Cristo como cabeza (cuando la Iglesia Católica habla como Iglesia, quien habla por ella es el Verbo).

Respondido en el punto anterior.

Difícilmente sea el Verbo quien haya afirmado, a través de la Santa Madre Iglesia, que uno podría ser salvo aún sin conocer el Evangelio de Jesucristo (comparar Catecismo #1260 con Juan 14:6, 1 Juan 5:12, Hechos 4:12, 1 Timoteo 2:5, etc.)

 

9. Entonces, al no reconocer los protestantes la autoridad del Papa,¿cómo podeis vosotros asegurar que la Carta de San Pablo a Tito, por ejemplo, es Palabra de Dios? ¿Qué autoridad vuestra lo dice? No existen argumentos desde el protestantismo para asegurar que la Carta de San Pablo a Tito, por ejemplo, es Palabra de Dios. En cambio desde el catolicismo sí se puede afirmar eso. 

No es prudente asegurar que “no existen argumentos” [ERROR 5], cuando en realidad lo que sucede es que has decidido no aceptar los que se te presentaron, que como mencioné antes, son cosas diferentes. Y también, como hemos visto antes, la canonicidad de los Libros Sagrados no dependen ni dependieron ni dependerán de ninguna autoridad de ningún Papa. En caso de duda, repasar el Canon IV, Capítulo II, Sesión III del Concilio Vaticano I.

 

10. 3- No voy a entrar en el debate de cifras acerca del número de iglesias protestantes que existen en el mundo. Es evidente, como los mismos líderes protestantes reconocen, la desunión que existe entre estas iglesias. 

Ni todo lo que brilla es oro, ni todo lo negro es carbón. Este tema, el de las diferentes denominaciones cristianas, se lo expliqué el fin de semana pasado a una mujer que está pensando en dejar la Iglesia Católica. Por supuesto no podré extenderme aquí todo lo que me extendí en esa oportunidad. Sólo un par de conceptos. El tema de las “divisiones”, si bien es cierto e innegable, muchas veces no es ni siquiera parecido a como muchos lo presentan, para abonar sus propios intereses. Además, no todos los reconocidos como “protestantes” son Cristianos Evangélicos (aunque para ciertos intereses pueda considerarse de utilidad el meter todo “en la misma bolsa”).  La Iglesia de Cristo trasciende toda Denominación que el hombre le haya querido dar, a lo largo de los siglos... El Señor no conoce a Sus hijos por el cartel del templo en donde se congregan, sino que tiene el poder de ver directamente en su corazón. En este sentido, existen verdades básicas de fe, de importancia nuclear, que caracterizan y distinguen al Cristiano. Y también existen otras enseñanzas y prácticas secundarias, que no aplican de manera directa a ese núcleo de doctrinas básicas. Bien pueden 2 grupos compartir doctrinas básicas y no estar de acuerdo en la forma o el método de, por ejemplo, llevar adelante un culto de alabanza y adoración. U otro grupo que, compartiendo también las doctrinas básicas, prefiera darle relevancia a las cosas del Espíritu por sobre el adoctrinamiento bíblico sistemático. En este sentido, y es sólo mi opinión personal, las diferentes denominaciones, tal vez discordantes en algunos aspectos secundarios pero de acuerdo en lo fundamental, lejos de ser una causa de “vergüenza”, son razón de gozo, habida cuenta de que a pesar de tal o cual diferencia en cuestiones de forma o en doctrinas secundarias, mantenemos comunión espiritual en las verdades básicas de fe (Sola Gracia, Sola Fe, Solo Cristo, Sola Escritura). Esto es diferente a la “unidad” que se vive dentro de la Iglesia Católica, unidad que se sostiene por medio de la obligación incondicional de someterse a los dogmas impuestos por la Jerarquía a la que el fiel debe sujetarse si pretende seguir formando parte de la Institución religiosa autoproclamada “... única Iglesia verdadera fuera de la cuál no hay Salvación.” (CIC #846).

 

11. Todos sabemos que Lutero rompió con la Iglesia Católica,.. 

No es cierto [ERROR 6]. Lutero no rompió con la Jerarquía. Todo comenzó cuando el ex monje Agustino presentó razones contrarias a lo que dicha Jerarquía obligaba a creer (tal como sucede aún hoy, cf.CIC 88). Fue la Institución católica quien finalmente rompió con Lutero, cuando el papa León X lo excomulgó (le quitó la comunión con la Iglesia de Roma) en junio de 1520, por medio de la bula “Exsurge Dómine”, la cual fue quemada públicamente por el propio Martín Lutero el 10 de diciembre del mismo año.

actualizado 18/08/2005

Al efecto, no aplica el suponer que fue Lutero el que "se separó" de la Iglesia de Roma debido a su decisión de no someterse a ciertas leyes impuestas por la jerarquía, comparándolo con el supuesto caso de un ciudadano que no cumple las leyes de un país. Porque, a lo sumo, quien no cumple las leyes es sancionado, multado o hasta encarcelado, pero el "no cumplir una ley" no lo hace merecedor DEL DESTIERRO. En este sentido, el caso de Martín Lutero y la Iglesia de Roma, sería similar al de un ciudadano que ante las autoridades expone lo inexacta y falaz de alguna ley (presentando razones jurídicas), y por causa de su tácita no subordinación a lo que se obliga a creer (sin pensar), pues, ES DEPORTADO. Si este fuera el caso... ¿quien es el que separa? ¿el ciudadano que jurídicamente explica lo inadecuada de una ley, o el Estado que, por causa de "tamaña rebeldía", lo manda de un puntapié al extranjero?

 

12. y luego un tercero rompió con Lutero, y luego otro rompió con el tercero y así sucesivamente. Mi pregunta es: si todas las iglesias protestantes del mundo reclaman que los inspira el Espíritu Santo en la lectura e interpretación de la Biblia, ¿cómo explicas que el Espíritu Santo pueda ser contradictorio?¿Cómo es que a un pastor de una determinada iglesia protestante el Espíritu Santo le inspira una cosa y al pastor de otra iglesia protestante le inspira algo totalmente distinto? Esto es totalmente imposible, puesto que no podemos introducir un elemento de contradicción en Dios. Entonces respondame a esta pregunta, por favor. 

Bueno, sin pretender ponerme en juez de nadie (aunque por sus frutos los conoceréis), pues, “no todo el que me diga Señor, Señor..”. No todo lo que diga un pastor protestante, ni siquiera un pastor cristiano evangélico, necesariamente tiene que estar inspirado por el Espíritu Santo de Dios (¿No dicen los católico que hasta su mismo Papa “infalible” no está exento de cometer cientos de errores y pecados..? cuánto más entonces un “simple mortal”...) Muchas veces estos hombres, humanos y falibles, lamentablemente aman más al pedestal sobre el que se paran que al Señor que los paró alguna vez sobre una plataforma para predicar Su Palabra. Satanás tiene una única misión, y es el de arrastrar a la mayor cantidad de almas posible a la perdición que él ya tiene sentenciada. Una de las tantas formas eficaces, sin dudas, es la de sembrar confusión en el Cuerpo de Cristo. Por eso es tan importante que nos ocupemos en edificar nuestra fe SOBRE LA ROCA (Mateo 7:24-27) para que cuando vengan los vientos de las confusiones, de las provocaciones y de las fábulas de hombres, nuestro edifico de Fe se mantenga incólume, cimentado sobre la roca firme de la Palabra de Dios, la Biblia. 

Escrito está: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad..” (Mateo 7:21-23) 

Lo importante no es estar “separado” de tal o cual institución religiosa, por más autoproclamada “única verdadera” que se pretenda. Lo importante es no estar separado de Jesucristo, único nombre dado a los hombres mediante el cual podemos ser salvos... (Hechos 4:12)..

 

13. Me gustaría por último comentarte que la Iglesia Católica no es solamente humana, como tú quieres dar a entender, sino que es al mismo tiempo divina, puesto que tiene como cabeza al mismo Cristo, que la edificó sobre San Pedro. 

Bueno, valoro tu opinión, pero no la comparto.

 

14. Me gustaría que leyeses con detenimiento Mt 16, 18-19 y Jn 21 15-17. Las ovejas a las que San Pedro tiene que apacentar somos los cristianos. El problema es que algunos dejaron de lado a San Pedro, y han fundado iglesias falsas. 

He leído los textos que me citas, y producto de ello he escrito oportunamente algunas cosas que me parecieron interesantes de compartir. Si te interesa conocerlas las puedes encontrar en los siguientes enlaces: 

http://www.conocereislaverdad.org/sobrestaroca.htm

http://www.conocereislaverdad.org/vicario.htm

http://www.conocereislaverdad.org/elsumopontifice.htm

http://www.conocereislaverdad.org/infalibilidadpapal.htm 

Respecto a “dejar a Pedro”, pues, algunos dejaron al “Pedro” inventado por la Iglesia de Roma y permanecieron con el Pedro que registran las Sagradas Escrituras.

 

15. Las iglesias protestantes son falsas por una razón contundente: no tienen sucesión apostólica. La única iglesia protestante con sucesión apostólica era la anglicana, pero la perdió en el siglo XIX. Por tanto, lo que tiene que hacer un cristiano para saber qué iglesia es la verdadera Iglesia de Cristo es seguir a San Pedro y a sus sucesores, tal y como Cristo estableció. 

No es cierto que Cristo haya establecido que haya que seguir a Pedro o a sus sucesores [ERROR 7] ya que Jesús ni siquiera definió que habría específicos y perpetuos “sucesores de Pedro”. En este sentido, y como mencioné anteriormente, las señales (divinas) seguían a “las palabras” predicadas por los apóstoles y discípulos (Marcos 16:20) y no a la persona misma del apóstol o discípulo, como si dicha persona ya se hubiera ganado algún atributo jerárquico o de autoridad incólume. El mismo San Pablo enseña (Gálatas 1:8-9) que lo importante es lo que se dice y no quien lo dice, al punto de no dudar en declarar anatema (maldito) a un apóstol o a un ángel del cielo en caso de que alguno de ellos llegue a predicar “otro evangelio” distinto al enseñado (y posteriormente registrado en la Biblia). “Muchos me dirán, Señor, Señor...” y sin embargo serán finalmente apartados... Lo dicho en este párrafo es una herida mortal a la pretendida “infalibilidad papal” que pregona la Iglesia de Roma.

 

16. Una última cosa, creo que voy a hacer lo que San Pablo le dice a Tito que haga en Tit 3 10-11: amonestarte un par de veces y luego apartarme de ti. 

Ya fueron comentadas las razones por las cuales encuentro lógico tu anunciado proceder. No obstante yo confío en la misericordia del Señor de la mies, que hará germinar la semilla en el oportuno momento. Amén.

 

17. Por cierto, me gustaría comentar una apreciación. En todos sus textos se expresa e un tono dialogante y respetuoso, usando buenos modales. Sin embargo del fondo y contenido de esos textos se deduce nítidamente su condición de anticatólico, condición no mantenida en la actualidad por el protestantismo del norte de Europa pero muy en la línea del protestantismo estadounidense, muy poderoso desde el punto de vista financiero y político.

Cuando hablo de anticatolicismo, quiero indicar que usted no odia al fiel católico, al que pretende convertir en protestante, sino que odia a la Iglesia Católica y la fe cristiana que la Iglesia Católica trata de inculcar a sus miembros. 

Evidentemente tus opiniones estás lamentablemente influenciadas por los prejuicios que cargas. Desconozco quienes conformen el “protestantismo estadounidense”, y verdaderamente poco me interesa. Desconozco si son o no son poderosos desde el punto de vista financiero y político. Pero dada tu condición de Católico Romano, cuya sede central dirige el Sumo Pontífice y su corte de Purpurados desde los palacios de Ciudad del Vaticano, sito en  su propio Estado (tierras pergeñadas de manera fraudulenta –falsa Donación de Constantino mediante-), creo yo, pues, que deberías ser un poco más prudente al momento de pensar en andar haciendo menciones sobre poderes financieros y políticos. 

Tampoco es cierto que yo quiera convertir a nadie “en protestante” [ERROR 8]. Si esto es lo que conoces del protestantismo, como dices conocer, creo que tu base es más endeble de lo que suponías. Yo predico a Cristo, por amor a las almas que se pierden. He recibido un tesoro y anhelo compartirlo, y lo hago hablándole a las personas de la fe que he podido conocer por haberla vivido durante 32 años. Habrá otros que evangelicen a otras personas, aferradas a otras creencias. Pero cada cual en su mies, cada cual en su propia función dentro del Cuerpo de Cristo. 

Menos aún odio a la Iglesia Católica [ERROR 9]. Es más, para que quede claro: ni siquiera odio al Papa, a quien bendigo con toda bendición espiritual, como a cualquiera de mi prójimo. No es una carga que me haya sido delegada el odiar a nadie. Todo lo que hago, a pesar de mis errores y fallas, y a pesar de que a muchos les cueste comprender lo que manifiesto, lo hago por amor, a Cristo y a las almas perdidas por seguir otros caminos, otros evangelios diferentes a los revelados por Dios en Su Palabra. Finalmente, cada cual tendrá su justo juicio personal, y le tocará dar cuentas de lo que hizo, de lo que enseñó, a quien proclamó y en que basó sus enseñanzas (doctrinas). Y en este sentido, también me haré cargo de lo que me toque. En paz está mi corazón, pues Fiel es el que prometió.

 

18. Hay muchas otras cosas que he visto en la página que me gustaría comentarte para rebatirlas, pero eso ya lo haré en otro momento. 

Avanzarás un paso si en lugar de pensar que (permanentemente) “rebates”, pensaras que ofreciste una (tu) opinión, para bendición de la persona que te escuche. El Señor coronará tus palabras conforme a 3 cuestiones: a) Su perfecta soberanía, b) La certeza evangélica de tu prédica, y c) La “calidad de la tierra” que posea el corazón que reciba la semilla. Suena demasiado terminante, y de escasa objetividad, el que hables siempre de que “andas rebatiendo”, mientras paralelamente afirmas que “nunca nadie te respondió de verdad...”

 

19. Espero su respuesta, aunque de antemano te digo que ningún protestante puede responder de verdad estas dos preguntas. Y no es que no hayan sido respondidas hace poco, sino que no han sido respondidas en cinco siglos de protestantismo.  

Considera mi consejo. Cambia el discurso. Resta credibilidad y objetividad a cualquier cosa que digas, por más interesante que pueda parecer.

 

20. En su respuesta, céntrese en esas tres preguntas, por favor.

 

Estimado José Ignacio, espero que mis aportes hayan cubierto tus expectativas.

Si consideras que en algo puedo serte de utilidad no dudes en escribirme.

Quedo a tus fraternales órdenes. 

Bendiciones en Cristo

 

Daniel Sapia
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