Respuesta a las
" Cinco preguntas a las que ningún protestante puede responder "
por Daniel Sapia  
 
(Los textos del Catecismo Católico se escribirán en AZUL, los textos Bíblicos en ROJO)


He recibido en mi correo electrónico la consulta de un hermano evangélico sobre un escrito titulado "Cinco preguntas a las que ningún protestante puede responder". Con mucho gusto prometí hacerle mis comentarios. Y habiendo concluido, consideré que su publicación en este sitio podría ser de bendición y edificación para todos aquellos a quienes les nacieran las mismas inquietudes.

La gloria sea para nuestro Señor y Salvador.

Daniel Sapia

Mayo de 2003
Rev: Ago 2020

 


 

Cinco preguntas a las que ningún protestante puede responder
(pero que cualquier católico sí puede responder)
Por Carlos Ramalhete

 

 

Aclaración: el texto entre paréntesis posterior a cada pregunta “(No hay respuesta protestante a esta pregunta)” es un agregado del traductor del artículo al español. No existe en la versión original del Sr. Ramalhete en portugués como tampoco en su versión en inglés.

 

No deja de ser ambiciosa la proclama del autor, al decir en el subtítulo “(pero que cualquier católico sí puede responder). ¿Cree realmente el autor que cualquier católico podría responder a estas preguntas? ¿O exageró en el planteo para insuflarle un tono más dramático..?. Personalmente creo que la mayoría de los fieles católico-romanos no tienen la menor idea de las respuestas. ¿No lo cree? Vaya el próximo domingo a la salida de cualquier misa y haga las 5 preguntas a la gente ..

 

1. Por favor, dígame una razón para aceptar la Biblia [como inspirada por Dios] que un musulmán no pueda [igualmente] usar para considerar el Corán inspirado por Dios.

(No hay respuesta protestante a esta pregunta)

Respuesta católica: Los católicos aceptamos la Biblia como Palabra de Dios porque la Iglesia que Cristo fundó y confió a S. Pedro (cf. Mt 16,18), y que es la Columna y Cimiento de la Verdad (cf. 1Tim 3,15), dice que la Biblia es Palabra de Dios. Como decía San Agustín: "creo en los Evangelios porque la Santa Madre Iglesia me dice que crea en ellos".

 

Sabrá este autor que no siempre decir algo equivale a responder (con todo lo que ello significa). Y alegar de un plumazo que “no hay respuesta protestante” es ignorar tendenciosamente gran parte del asunto. Tal vez cree que no hay respuesta, o las que recibió no lo dejaron satisfecho. No obstante esto no otorga pie para afirmar “No hay respuesta protestante a esta pregunta”. Más que una opinión, pareciera una expresión de deseo...

 

Respuesta cristiana evangélica:

La misma Biblia lo declara por medio del apóstol Pablo en 2da Timoteo: “Toda la Escritura es inspirada por Dios..” (2 Timoteo 3:16) [1]

 

Comentario a la respuesta católica:

En ella se mezclan las cosas, ya que no se responde puntualmente la pregunta, sino que se pretende llevar “agua para el propio molino” al mencionar el tema de la definición del canon bíblico. Además, se aprovecha la respuesta para mencionar algunos de los ya conocidos “caballitos de batalla” de la Iglesia de Roma.

 

“...la Iglesia que Cristo fundó..” Cristo no fundó ninguna Iglesia. La Iglesia (de Cristo) ya estaba fundada sobre su UNICO Fundamento: Jesucristo mismo (1 Corintios 3:11). Lo que prometió Cristo sería EDIFICAR Su Iglesia (que es algo diferente a fundar) sobre “la Roca” de Fe expresada por Pedro (Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios).

 

“...y confió a S. Pedro (cf. Mt 16,18)..” Cristo no confió Su Iglesia a Pedro de manera exclusiva. El apóstol fue UNO de los pilares de la Iglesia, pero no fue ni el único ni el “primado”.  Claramente lo afirma el apóstol Pablo: como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión...” (Gálatas 2:7-9) Pablo no hace diferencia entre ellos. Ni siquiera nombra a Pedro (Cefas) en primer lugar.

 

Además, Jesús, hablando en primera persona, afirma: ..edificaré mi Iglesia..”. Es Jesús mismo quien declara que será Él mismo quién se encargará de edificarla. En ningún momento confió ese poder a ningún humano.

 

“...y que es la Columna y Cimiento de la Verdad (cf. 1Tim 3,15)” La Iglesia (de Cristo, NO la Católica Romana) es columna y “sostén, apoyo, baluarte” (que es lo que significa la palabra «edráioma» en griego) y NO “cimiento o fundamento”. Si afirmamos y creemos que la Verdad es Jesucristo (Juan 14:6), jamás podríamos suponer que la Iglesia es fundamento DE JESUCRISTO.

 

“...dice que la Biblia es Palabra de Dios.” Aquí toca de lleno el tema de la definición del canon. No creo oportuno desarrollar aquí ese tema. Sólo decir que contrariamente a lo que muchas veces se afirma, la Iglesia del siglo IV NO DEFINIO cuales libros eran canónicos [ver mención al final del punto 2] sino que ACEPTÓ los que venían siendo utilizados por la iglesia primitiva. Sobre el tema, y específicamente a los Libros del Nuevo testamento, cito un párrafo del libro “Once a Catholic” de T. Coffey:

“La Iglesia Católica afirma que en el Concilio de Cartago, celebrado en el año 397 d.C., fue donde se decidió cuáles libros debían componer el canon del Nuevo Testamento. Esto es incorrecto. El propósito de este Concilio no fue seleccionar viejos rollos polvorientos que habían sido almacenados en un ático de algún monasterio y luego anunciar al mundo cristiano cuáles eran canónicos y cuáles no. El Concilio sencillamente ratificó lo que la iglesia primitiva había aceptado desde hacía mucho tiempo: los veintisiete libros particulares que componen el Nuevo Testamento.”

 

Para ampliar el tema recomiendo leer: http://www.conocereislaverdad.org/dedondenosvinolabiblia.htm

 

 

2. Por favor, dígame por qué usted acepta sólo una parte de la Biblia (pues al final, la lista de los libros que comprende el Nuevo y el Antiguo Testamento fue determinada al mismo tiempo - y además , junto con el título de Madre de Dios para Nuestra Señora - y usted acepta sólo una parte del Antiguo Testamento), y con qué autoridad usted lo hace.

(No hay respuesta protestante a esta pregunta)

Respuesta católica: Los católicos aceptamos la Biblia en su integridad porque la lista de libros que la componen fue definida por la Iglesia en el año 397 d.C., bajo la autoridad del Sucesor de Pedro, el Papa San Dámaso I.

 

Respuesta cristiana evangélica:

El Cristiano Evangélico no acepta “sólo una parte de la Biblia”. Con lo cuál jamás podría responderse por qué se hace algo que en realidad no se hace. La pregunta es improcedente.

Tomamos el Antiguo Testamento sin los escritos eclesiásticos-apócrifos-deuterocanónicos, porque nos basamos en el Canon Hebreo de la Palabra de Dios (Ro 3:2), el cual no los incluye.

 

 

Comentario a la respuesta católica:

Premisas erróneas devienen en conclusiones erróneas. El Cristiano no acepta “sólo una parte” porque la Iglesia de Roma asegure que existen “otras partes”. El Cristiano acepta TODA la Escritura INSPIRADA por Dios. Los escritos no considerados del Antiguo Testamento, no sólo no formaron nunca parte del canon judío sino que incluso hasta el mismo Jerónimo (traductor de la Vulgata Latina, Biblia oficial católica) los reconoce como “apócrifos, no inspirados e inútiles para confirmar Doctrinas de la Iglesia”. Esto puede leerse incluso en la misma Enciclopedia Católica:

 

“San Jerónimo echó su considerable peso hacia el lado desfavorable a los libros discutidos [...] Explícitamente afirma que Sabiduría, Eclesiástico, Tobías y Judit no pertenecen al canon. Añade que esos libros se leen en los templos para la edificación de los fieles pero no para confirmar la doctrina revelada. Si se analizan cuidadosamente las expresiones de Jerónimo, en sus cartas y prefacios, acerca de los deutero, podemos ver los siguientes resultados: primero, duda seriamente de su inspiración divina; segundo, el hecho de que ocasionalmente los cite y que haya traducido algunos de ellos como concesión  a la tradición eclesiástica, es un testimonio involuntario de su parte al elevado reconocimiento que gozaban en la Iglesia en general, y a la fuerza de la tradición práctica que prescribía su uso en el culto público. Obviamente, el rango inferior al que autoridades como Orígens, Atanasio y Jerónimo los relegaban se debían a una concepción muy rígida de canonicidad, que exigía que un libro, para ser elevado a esa dignidad suprema, debería ser reconocido por todos, tener la sanción de la antigüedad judía y ser apto no sólo para edificar sino para “confirmar la doctrina de la Iglesia”, para utilizar una frase de Jerónimo.”

 

https://ec.aciprensa.com/wiki/Canon_del_Antiguo_Testamento

 

Jamás podría aceptarse un Libro como inspirado por Dios, cuando hace apología de la brujería (Tobías 6:4-9, Tobías 8:1-3), pide disculpas si contiene errores (2° Macabeos 15:38-39, Prólogo del libro del Eclesiástico, de Jesús hijo de Sirach), reconoce haber sido escrito cuando no había profeta (1° Macabeos 4:44-46, 1° Macabeos 9:27), sugiere utilidad de orar por alguien que tuvo como destino el Infierno (2° Macabeos 12:42 y 46) o sugiere que la salvación y el perdón de pecados puede ser comprado con dinero (Tobías 12:9)...

 

Además:

La misma Iglesia Católica Romana reconoce que la autoridad de los libros sagrados canónicos no radica en que fue "decretado" (o aprobado) por ella, sino porque "escritos por el Espíritu Santo, lo tienen a Dios por autor..." y de esa manera le fue a ella transmitido.

«...Ahora bien, la Iglesia los tiene por sagrados y canónicos, no porque compuestos por sola industria humana, hayan sido luego aprobados por ella; ni solamente porque contengan la revelación sin error; sino porque escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios por autor, y como tales han sido transmitidos a la misma Iglesia [Can. 4].»

Concilio Vaticano I, Sesión III (24/08/1870), Capítulo II "De la Revelación", Canon 4.

http://www.conoze.com/doc.php?doc=993

 

"A confesión de partes, relevo de pruebas"

3 Por favor, dígame por qué la Biblia habría necesitado casi 1600 años para ser entendida correctamente, si ella es teóricamente algo que cualquiera puede leer y entender.

(No hay respuesta protestante a esta pregunta)

Respuesta católica: Los católicos sabemos que la Biblia no es algo que cualquier puede leer y entender sin ayuda (cf. 2 Pedro 3,16, Act 8,31), y sabemos que Cristo confió a San Pedro, el primer Papa, la tarea cuidar Su rebaño, la Iglesia (cf. Juan 21,15-17). Nosotros seguimos lo que los Sucesores de Pedro nos transmiten.

 

Respuesta cristiana evangélica:

Nadie, ni mucho menos el autor de estas preguntas, puede fehacientemente demostrar que EFECTIVAMENTE se debieron esperar 1.600 años para que la Biblia sea entendida correctamente. Con lo cual la pregunta puntual es improcedente.

 

Que cualquiera puede leer las Escrituras, de eso no caben dudas. La "teoría" de que "cualquiera la puede entender" corre por exclusiva cuenta del autor. El Espíritu Santo revela y discierne la Palabra de Dios, conforme a la honestidad de lectura (verdadera) "hambrienta" de Dios, y a lo que Su libre y perfecta soberanía determina.

 

 

Comentario a la respuesta católica:

Por otro lado, la Biblia es algo que “cualquiera podría leer y entender” (por utilizar la frase original), siempre y cuando uno pueda tener libre acceso a ella. Si el Espíritu es el que capacita y es Jesús mismo quién edifica a Su Iglesia ¿Con qué propósito la Institución Romana prohibió la lectura de la Palabra de Dios durante tanto tiempo [2], incluso a riesgo de ser declarado hereje, con lo que ello significaba en épocas de la Santa Inquisición..? Algo realmente injustificable cuando la misma Biblia, inspirada por Dios, recomienda lo útil de escudriñarla de forma PERSONAL (Hechos 17:10-11).

 

“Los católicos sabemos que la Biblia no es algo que cualquier puede leer y entender sin ayuda..” Reitero algo que me parece muy importante: Durante MUCHO TIEMPO nadie PODÍA SIQUIERA LEERLA sin aprobación eclesial, ya sea con o sin ayuda. La Curia lo prohibía y declaraba ANATEMA a quien lo hiciere.

 

(cf. 2 Pedro 3,16) “...casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición..” Si bien aquí el apóstol afirma que hay cosas escritas “difíciles de entender”, él no afirma que cientos de años después surgiría un grupo de iluminados que se arrogarían el exclusivo derecho de definir infaliblemente COMO debía interpretarse la Escritura (CIC #85), encima pretendiendo el derecho de exigirlo obligatoriamente a su feligresía (CIC #88), so pena de ser declarado hereje o apóstata (CIC #2089).

 

El mismo apóstol enseña que la Escritura no debe pretender comprenderse si meramente se ejerce sobre ella una interpretación privada (basada en humana voluntad, sabiduría y personal conocimiento), sino que debemos recurrir, para su discernimiento, en auxilio para asistencia al mismo Espíritu que la inspiró a los santos escritores. Escrito está: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo..” (2 Pedro 2:19-21)

 

(Act 8,31) Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? 31El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él..” (Hechos 8:30-31). Explicar es una cosa, interpretar es otra. Además, la Biblia no es un jeroglífico, como algunos pretenden inculcar.

 

“..y sabemos que Cristo confió a San Pedro, el primer Papa, la tarea cuidar Su rebaño, la Iglesia (cf. Juan 21,15-17)” Bueno, la primer parte de la frase no se puede sustentar basado en la Biblia y ya lo hemos comentado. Respecto a cuidar el rebaño, tampoco es una tarea que se le haya encomendado a Pedro de manera exclusiva. Por ejemplo, cuando Pablo salió de Mileto, dio un breve discurso a los ancianos de la iglesia (Hechos 20:17). En el versículo 28 Pablo les dice : Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.”

 

“Nosotros seguimos lo que los Sucesores de Pedro nos transmiten”. Por supuesto cada cual tiene la libertad de seguir a quienes quiera. Escrito está: “...si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.” (Gálatas 1:8-9). Aquí el apóstol enseña que lo importante no es QUIEN lo diga sino QUE diga. Concepto totalmente contrario al dogma católico de Infalibilidad Papal.

 

 

4. Por favor, explique cómo alguien puede saber si entendió la Biblia correctamente, si el sólo puede confiar en la Biblia, y en nada más; pues existen cerca de 30.000 sectas protestantes en el mundo, cada una entendiendo la Biblia de manera diferente y todas creyendo que están en la verdad.

(No hay respuesta protestante a esta pregunta)

Respuesta católica: Los católicos sabemos que es la Iglesia que Cristo fundó y confió a San Pedro (Mt 16,18), y que es la Columna y Fundamento de la Verdad (1Tim 3,15), la que tiene la misión de enseñar (Mt 28,19), y que las Escrituras no deben ser interpretadas particularmente (cf 2Pedro 2,20), pues quien lo hace comete errores que lo conducen a la perdición (2Pedro 3,16). De esto modo, sabemos que la explicación hecha por la Iglesia es verdadera y está errada cualquier interpretación diversa de esta.


Respuesta cristiana evangélica:

Me animo a decir que no debe haber ninguna persona realmente honesta que afirme que “entiende la Biblia..” (como un todo). La pregunta es defectuosa.

 

Además, al incluir en la pregunta la frase “sólo puede confiar en la Biblia, y nada más..” curiosamente está dejando afuera al principal Intérprete [3] de la misma, el Espíritu Santo de Dios. El hijo de Dios en Él confía. Y el hecho de que haya personas de antagónica opinión diciendo que "a todos" inspira el Espíritu Santo (argumentación tan recurrente como ineficaz), no anula la inquebrantable realidad de que Dios mismo es quien asiste con Su Espíritu Santo a la hora de discernir Su Palabra los corazones de quienes Le buscan. (2 Pedro 1:20-21, Juan 16.13)

 

Nunca he recibido respuesta cuando he solicitado, a quienes mencionan los de las 30.000 “sectas protestantes”, que me provean de la lista. Encima, no puedo evitar que me surja una lógica pregunta, en base a la brillante afirmación de que  “..., cada una entendiendo la Biblia de manera diferente..” ¿Existen, acaso, 30.000 interpretaciones diferentes de la Biblia? En fin…

 

Comentario a la respuesta católica:

“Los católicos sabemos que es la Iglesia que Cristo fundó y confió a San Pedro (Mt 16,18)” Reitera los argumentos, como si la veracidad viniera por la insistencia. Ni Cristo fundó (colocó el Fundamento) de ninguna Iglesia, ni le confió Su Iglesia exclusivamente al apóstol Pedro. Ya fue comentado.

 

“...y que es la Columna y Fundamento de la Verdad (1Tim 3,15)” La Iglesia no es “fundamento” de la verdad (mucho menos la Católica Romana). La Iglesia es apoyo y sostén (gr. edráiöma) de la Verdad. Ya fue comentado.

 

“...la que tiene la misión de enseñar (Mt 28,19)” Nadie lo niega. Pero siempre que se trate del Evangelio recibido, no Tradiciones incomprobables... (Gálatas 1:8-9)

 

y que las Escrituras no deben ser interpretadas particularmente (cf 2Pedro 2,20)” Como mencioné, esto significa que no debemos pretender comprender la Revelación de la Escritura meramente aplicando nuestra humana voluntad y sabiduría, sino que debemos acudir por auxilio al Espíritu que la inspiró (que es lo que expresa el texto citado).

 

“...pues quien lo hace comete errores que lo conducen a la perdición (2Pedro 3,16)” El versículo de 2 Pedro que cita el autor no habla de los que involuntariamente cometen inocentes errores de interpretación, sino de los que la tuercen ADREDE producto de su escaso conocimiento de la Escritura y de su inconstante carácter moral. Son cosas diferentes.

 

Este inoportuno uso de la referencia (de 2 Pedro 3:16) por parte del autor es un ejemplo no sólo de una deficiente interpretación de la Escritura, sino además claro testimonio de cómo se la recorta y se la usa, de la forma que sea, para dar “justificación bíblica” a ideas particulares.

 

Veamos 3 versiones de traducciones católicas, para comprender el sentido de 2 Pedro 3:16-17:

 

“..en las cuales hay cosas difíciles de comprender, cuyo sentido los indoctos é inconstantes en la fe pervierten (gr. Strebloúsin: tuercen, deforman), de la misma manera que las demás Escrituras de que abusan, para su propia perdición. Así vosotros ¡oh hermanos! Avisados ya estad alerta: no sea que seducidos de los insensatos y malvados vengáis a caer de vuestra firmeza..” (2 Pedro 3:16-17, Vulgata latina, versión Mons. Torres Amat, Católica)

 

“..en las cuales hay algunos puntos de difícil inteligencia, que hombres indoctos e inconstantes pervierten (gr. Strebloúsin), no menos que las demás Escrituras para su propia perdición. Vosotros, pues, amados, que  de antemano sois avisados, estad alerta, no sea que, dejándoos llevar del error de los libertinos, vengáis a caer de vuestra firmeza..” (2 pedro 3:16-17, Nacar-Colunga, Católica)

 

“Hay en ellas algunos puntos difíciles de comprender, que las personas ignorantes y poco firmes en la fe tuercen (gr. Strebloúsin), lo mismo que las demás Escrituras, para su propio perjuicio. Así, pues, queridos, avisados como están, tengan cuidado, no sea que esa gente extraviada los engañe y los arrastre, les haga perder la firmeza y por fin caer.” (2 Pedro 3:16-17, Biblia Latinoamericana, Católica)

 

“De esto modo, sabemos que la explicación hecha por la Iglesia es verdadera y está errada cualquier interpretación diversa de esta.” Bueno, lamentablemente lo sucedido con la cita precedente no habla bien de lo que el autor se esfuerza en demostrar (La interpretación de la Iglesia de Roma es la única verdadera y cualquier otra está equivocada).

 

 

5. Por favor, pruebe usando sólo la Biblia que ella es lo que usted considera que ella es (o sea, la única fuente de Verdad Revelada, compuesta por los libros que usted acepta, todos ellos e sólo ellos). Claro que todo el mundo sabe que la Biblia es Palabra de Dios, buena para enseñar, etc., pero, intente probar que ella es la única fuente de la Palabra de Dios, compuesta por los libros que usted acepta, todos ellos e sólo ellos.

(No hay respuesta protestante a esta pregunta)

Respuesta católica: Al contrario de los protestantes, que aceptar el error llamado "Sola Scriptura", según el cual sólo la Biblia es Palabra de Dios, los católicos sabemos que además de la Biblia, que no tiene toda la Palabra de Dios e no está completa, (Juan 20,30-31; Juan 21,25; 2Ts 2,14), está también la Tradición Oral, también revelada por Dios, que debe ser seguida (2 Ts 2,15; 2Ts 3,6; 2Tm 1,13; 1 Cor 11,2; Gal 1,14, 1Tm 6,20; 2Tm 1,14; 2Tm 2,2, etc.). El mismo San Paulo, en Act 20,35, cita palabras de Cristo que no están en ninguno de los Evangelios , diciendo a los obispos de Éfeso que ellos deben acordarse de ellas. Sabemos además que los libros que componen la Sagrada Escritura son los que la Iglesia determinó en en año 397 d.C., más de mil años antes de que los primeros protestantes quitasen siete libros de sus biblias en en año 1517 d.C.

 

Respuesta cristiana evangélica:

“..intente probar que ella es la única fuente de la Palabra de Dios..”

Nuevamente se induce a error a través de una pregunta confusamente formulada.

 

Decir que en la Biblia encontramos todo lo necesario para conocer la Revelación de Dios destinada a la Humanidad en lo tocante a su Salvación es una cosa totalmente diferente (abismalmente diferente) a decir que Dios se comunica, se comunicó y se comunicará SOLAMENTE a través de la Biblia. Dios es Soberano y puede comunicarse con quién quiera, en el momento que desee y por el medio que desee. De hecho, la misma Escritura relata la revelación que Dios envió a los magos que visitaron al Niño Jesús (Mateo 2:12), o la que recibió José para que fuera a Galilea (Mateo 2:22), o la del propio Cristo para con Saulo (Gálatas 1:11, Efesios 3:3), o la de Pablo, junto con Bernabé y Tito (Gálatas 2:2), etc.

 

Dicho de manera sencilla y exageradamente sintética: Nada falta agregar a las Sagradas Escrituras para saber cómo podemos recobrar la comunión perdida con Dios Padre por causa de nuestro pecado. ¿Más sencillo? Nada falta agregar a las Sagradas Escrituras para saber cómo podemos ir al cielo. De eso se trata el “Sola Escritura”.

 

“..compuesta por los libros que usted acepta, todos ellos e sólo ellos..”

Trata nuevamente sobre la composición del Canon, tema ya comentado.

 

Comentario a la respuesta católica:

“Al contrario de los protestantes, que aceptar el error llamado "Sola Scriptura", según el cual sólo la Biblia es Palabra de Dios...” Acabamos de ver que ese no es el significado y sentido de “Sola Escritura”.

 

“los católicos sabemos que además de la Biblia, que no tiene toda la Palabra de Dios e no está completa..” ¿Qué la Biblia está incompleta? (?) ¿Qué cosas le faltan a la Biblia? ¿Podría enumerarlas? Quienes afirman que “la Biblia está incompleta” lo hacen simplemente porque en ella no encuentran todo lo que necesitan para explicar y justificar determinadas incomprobables tradiciones. Es sorprendente que haya gente que diga “La Biblia está incompleta, porque le falta LO QUE YO DIGO…” Aunque más sorprendente aún es que haya gente que lo crea.

 

Además, un católico afirmando que la Biblia “está incompleta” mientras el mismo Catecismo Católico afirma que en ella se encuentra TODO LO QUE DIOS QUISO que contuviera:

 

Dice el Catecismo Católico:

 

“Dios ha inspirado a los autores humanos de los libros sagrados. "En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería..” (Catecismo Nº 106)

 

En principio, el Catecismo reconoce que en la Biblia se encuentra TODO lo que Dios quiso poner (si no está, entonces, es porque Dios no quiso que estuviera. Así de sencillo). Y además reconoce que no agregó absolutamente nada más de lo que consideró necesario, ya que puso SOLO lo que quería.

 

Los libros inspirados enseñan la verdad. "Como todo lo que afirman los hagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el Espíritu Santo, se sigue que los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra" (Catecismo Nº 107)

 

El mismo Catecismo no sólo enseña que en la Biblia está TODO lo que Dios quiso que estuviera (es difícil creer que la haya dejado incompleta adrede..), sino que además afirma que en ella podemos encontrar enseñanza SOLIDA, FIEL , VERAZ e INERRANTE para salvación nuestra..

¿Podría algo “incompleto” enseñar algo de manera sólida, fiel, veraz e inerrante? Por supuesto que no.

 

“Biblia incompleta” (Juan 20,30-31) Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.”  Si bien el texto comienza diciendo que muchas otras señales de Jesús no están registradas en este libro, aclara lo que realmente nos importa, a saber, QUE CON LO ESCRITO ALCANZA como testimonio de que Jesús es el Cristo, y creyéndolo ser salvo.

 

“Biblia incompleta” (Juan 21,25) Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.” Este versículo, leído a la luz del anterior (Jn 20:30-31) no conlleva el menor problema en contra del “Sola Escritura”

 

“Biblia incompleta” (2Ts 2,14) Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra..”   Entiendo que se refiere al vv. 15, ya que el 14 nada menciona referente al tema. Respecto al versículo 15, un comentario bíblico, con el cual coincido, dice: “Como puede verse al consultar las diversas versiones, el vocablo griego paradóseis que aquí ocurre y que, etimológicamente, significa «entregas», es vertido con frecuencia por «tradiciones», lo cual comporta una connotación peligrosa, pues da pie a los catolicorromanos para apoyar su doctrina acerca de la pretendida igualdad de la Tradición y de la Escritura. Lo que aquí quiere dar a entender Pablo mediante el uso de este vocablo es las enseñanzas que (como «por entregas») había impartido a los fieles de Tesalónica, ya de palabra, ya por escrito…” (Comentario Bíblico Matthew Henry, Clie, pág. 1.738, col. a)

 

Está claro que con este texto el apóstol no pretende extender inmunidad sobre cualquier cosa que no se halle escrita. Esta idea no es siquiera insinuada. El apóstol dice “retengan lo que han aprendido de nosotros, lo que les hemos contado, ya sea por carta o personalmente”.

 

“…está también la Tradición Oral, también revelada por Dios, que debe ser seguida (2 Ts 2,15)” Lo acabamos de comentar.

 

(2Ts 3,6)Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros..” También en este versículo la palabra enseñanza proviene del gr. «paradósis», que literalmente se traduce “tradición”. Cabe la misma explicación que para 2 Ts 2:15)

 

Cabe destacar que la versión en castellano de la Vulgata Latina (católica) de Mons. Félix Torres Amat (año 1884), en la cual fueran agregadas palabras que a criterio de Monseñor Amat complementaban el sentido del texto, en 2 Ts 2:15 traduce “..mantened las tradiciones o doctrina que habéis aprendido..” y para 2 Ts 3:6 traduce “no conforme a la tradición o enseñanza que ha recibido de nosotros..”   (páginas 1183 y 1184)

 

(2Tm 1,13) Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús..” Mons. Torres Amat en la Vulgata Latina (católica) traduce “la sana doctrina”. El hecho que diga “…que de mi oiste…” no implica más que un modo de transmisión. En la época de Pablo la fotocopiadora no existía. Además, hoy mismo la forma ORAL de predicación del Evangelio es mucho más utilizada que la forma escrita. Pareciera que se busca resaltar el MODO de predicación de la Palabra, como si eso sustentara la idea de que las Tradiciones (incomprobables) pueden ser aceptadas como válidas. Si para conocer el Evangelio de Dios alcanza con la Escritura, como dice la misma Escritura (Jn 20:30-31) y el propio Catecismo católico (N° 107) ¿Para qué puede ser necesario considerar Tradiciones incomprobables, de dudoso aval divino, o aún peor, abiertamente en contradicción con la misma Escritura?

 

(1 Cor 11,2) Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué.” Mons. Torres Amat en la Vulgata Latina (católica) traduce “…guardáis mis instrucciones…” Igual que el caso anterior.

 

(Gal 1,14) y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres..” Aquí Pablo recuerda a su época como judío.

 

(1Tm 6,20) Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado..” Mons. Torres Amat en la Vulgata Latina (católica) traduce “…guarda el depósito de la fe que te he entregado…” Corresponde idéntico comentario que a 2 Tm 1:13.

 

(2Tm 1,14) Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros..”. Mons. Torres Amat en la Vulgata Latina (católica) traduce “…guarda el depósito de la fe que te he entregado…” Corresponde idéntico comentario que a 2 Tm 1:13.

 

(2Tm 2,2) Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros..” Mons. Torres Amat en la Vulgata Latina (católica) traduce “…y las cosas que de mi has oído…” Corresponde idéntico comentario que a 2 Tm 1:13.

 

“El mismo San Paulo, en Act 20,35, cita palabras de Cristo que no están en ninguno de los Evangelios , diciendo a los obispos de Éfeso que ellos deben acordarse de ellas..”  En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir..” (Hechos 20:35) Es cierto que este dicho de Jesús no se encuentra de manera literal registrado en los Evangelios. No obstante no existe la menor razón de peso que haga pensar que este versículo valida a la Tradición apostólica pretendida por la Iglesia de Roma como autoridad equivalente con las Sagradas Escrituras. Esto se debe a que el texto citado no es considerado Palabra de Dios por el hecho de que la frase la haya dicho Jesús, sino porque la dijo el apóstol Pablo en una carta considerada de inspiración divina. De hecho, aunque Pablo no hubiera hecho referencia a que citaba un dicho de Jesús, IGUAL el texto hubiera tenido autoridad divina. Muchas otras cosas que enseñó Pablo también las había escuchado de Jesús, aunque el apóstol no lo dijera de manera explícita (-“como Jesús dijo…”, “recordando las palabras de Jesús…”, etc.). Si Pablo hubiera dicho: “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, ya que más bienaventurado es dar que recibir..” sus palabras hubieran  tenido idéntico valor autoritativo. Reitero: el texto tiene valor y es considerado inspirado simplemente por formar parte de una carta canónica, NO porque el apóstol aclare que tal enseñanza fue un dicho de Jesús.

 

Además, si yo buscara la razón para igualar a esta supuesta “tradición transmitida a Pablo por los apóstoles”, o “revelada directamente por el mismo Jesucristo a Pablo” con aquellas Tradiciones que la Iglesia Católica Romana propone como de igual nivel dogmático que la Escritura (Biblia + Tradición + Magisterio), me encontraría con 4 insalvables cuestiones que descartan completamente su correlación con las Tradiciones romanistas:

 

a) Dice “más bienaventurado...”; con lo cual no está expresando un tema medular en el Plan de Salvación; b) Está en perfecta sintonía con otras similares manifestaciones escritas (Lucas 14:12-14, Lucas 6:38, Mateo 19:2, Marcos 10:21, Lucas 18:22, Mateo 5:42, Lucas 6:30, Lucas 3:10, 1 Timoteo 6:18, 2 Corintios 9:7, Proverbios 11:25, Proverbios 18:16, etc.); c) Lo afirma nada menos que el apóstol San Pablo, no un Papa de Roma; y d) Lo hace dentro de un Escrito inspirado (Hechos de los Apóstoles), no en un falible documento humano.

 

“Sabemos además que los libros que componen la Sagrada Escritura son los que la Iglesia determinó en en año 397 d.C., más de mil años antes de que los primeros protestantes quitasen siete libros de sus biblias en en año 1517 d.C.” Los Protestantes no fueron los primeros en considerar a los apócrifos como no inspirados. El primero que los excluyó fue el mismo San Jerónimo, traductor de la Vulgata Latina, en el siglo IV. En todo caso, no fueron los protestantes “que sacaron”, sino los romanistas “que agregaron” a la Escritura inspirado por Dios.

 

Además, como hemos visto al final de la respuesta 2, la misma Iglesia Católica Romana reconoce que ella no determinó (o aprobó) cuales fueron Libros Canónicos inspirados, sino que a ella le fueron transmitidos. (cf. Concilio Vaticano I, Sesión III (24/08/1870), Capítulo II "De la Revelación", Canon 4)

 


 

 

Respondidas las "5 preguntas a las que ningún protestante puede responder"...

Bendiciones en Cristo
Daniel Sapia

 

 

Notas:

 

[1] Esta respuesta no pretende ser un "argumento circular", sino que respondo EXACTAMENTE lo que la pregunta católica planteaba, comparando específicamente a la Biblia con el Corán.

 

[2] La Iglesia Católica Romana prohibió (con anatemas) la traducción y lectura de las Escrituras en lengua vulgar [2a], teóricamente (dicen sus defensores) para "preservar" a los fieles de doctrinas erróneas a la Palabra de Dios. En realidad lo que la Iglesia hacía era ADVERTIR al vulgo, amenazándolo con sus acostumbrados ANATEMAS (maldiciones - excomuniones), persuadiéndolo para que no osara leer la Escritura en lenguaje vulgar (común), ya que corría el riesgo de que con ello entendiera que la Voluntad de Dios podía ser diferente a lo que su Jerarquía le venía enseñando, factor que podía poner en riesgo el poder temporal que ejercía sobre ellos. Estas personas eran declarados ANATEMAS - EXCOMULGADOS, y sabemos el destino que corrían a manos de la Curia quienes en la época de la Santa Inquisición pasaban a formar parte de tan "selecto" grupo...

 

La mencionada PROHIBICIÓN decretada en el CONCILIO DE TRENTO:

 

DECRETO SOBRE LA EDICIÓN Y USO DE LA SAGRADA ESCRITURA

(Sesión IV, del 8 de Abril de 1546)

«Considerando además de esto el mismo sacrosanto Concilio, que se podrá seguir mucha utilidad a la Iglesia de Dios, si se declara qué edición de la sagrada Escritura se ha de tener por auténtica entre todas las ediciones latinas que corren; establece y declara, que se tenga por tal en las lecciones públicas, disputas, sermones y exposiciones, esta misma antigua edición Vulgata, aprobada en la Iglesia por el largo uso de tantos siglos; y que ninguno, por ningún pretexto, se atreva o presuma desecharla. Decreta además, con el fin de contener los ingenios insolentes, que ninguno fiado en su propia sabiduría, se atreva a interpretar la misma sagrada Escritura en cosas pertenecientes a la fe, y a las costumbres que miran a la propagación de la doctrina cristiana, violentando la sagrada Escritura para apoyar sus dictámenes, contra el sentido que le ha dado y da la santa madre Iglesia, a la que privativamente toca determinar el verdadero sentido, e interpretación de las sagradas letras; ni tampoco contra el unánime consentimiento de los santos Padres, aunque en ningún tiempo se hayan de dar a luz estas interpretaciones. Los Ordinarios declaren los contraventores, y castíguenlos con las penas establecidas por el derecho. Y queriendo también, como es justo, poner freno en esta parte a los impresores, que ya sin moderación alguna, y persuadidos a que les es permitido cuanto se les antoja, imprimen sin licencia de los superiores eclesiásticos la sagrada Escritura, notas sobre ella, y exposiciones indiferentemente de cualquiera autor, omitiendo muchas veces el lugar de la impresión, muchas fingiéndolo, y lo que es de mayor consecuencia, sin nombre de autor; y además de esto, tienen de venta sin discernimiento y temerariamente semejantes libros impresos en otras partes; decreta y establece, que en adelante se imprima con la mayor enmienda que sea posible la sagrada Escritura, principalmente esta misma antigua edición Vulgata; y que a nadie sea lícito imprimir ni procurar se imprima libro alguno de cosas sagradas, o pertenecientes a la religión, sin nombre de autor; ni venderlos en adelante, ni aun retenerlos en su casa, si primero no los examina y aprueba el Ordinario; so pena de excomunión, y de la multa establecida en el canon del último concilio de Letran. Si los autores fueren Regulares, deberán además del examen y aprobación mencionada, obtener licencia de sus superiores, después que estos hayan revisto sus libros según los estatutos prescritos en sus constituciones. Los que los comunican, o los publican manuscritos, sin que antes sean examinados y aprobados, queden sujetos a las mismas penas que los impresores. Y los que los tuvieren o leyeren, sean tenidos por autores, si no declaran los que lo hayan sido. Dése también por escrito la aprobación de semejantes libros, y parezca esta autorizada al principio de ellos, sean manuscritos o sean impresos; y todo esto, es a saber, el examen y aprobación se ha de hacer de gracia, para que así se apruebe lo que sea digno de aprobación, y se repruebe lo que no la merezca. Además de esto, queriendo el sagrado Concilio reprimir la temeridad con que se aplican y tuercen a cualquier asunto profano las palabras y sentencias de la sagrada Escritura; es a saber, a bufonadas, fábulas, vanidades, adulaciones, murmuraciones, supersticiones, impíos y diabólicos encantos, adivinaciones, suertes y libelos infamatorios; ordena y manda para extirpar esta irreverencia y menosprecio, que ninguno en adelante se atreva a valerse de modo alguno de palabras de la sagrada Escritura, para estos, ni semejantes abusos; que todas las personas que profanen y violenten de este modo la palabra divina, sean reprimidas por los Obispos con las penas de derecho, y a su arbitrio...»

 

[2a] Al respecto alguien en un foro público opinó: "esto que dice Daniel Sapia, que “la Iglesia Católica prohibió (con anatemas) la traducción y lectura de las Escrituras en lengua vulgar...” es una calumnia".

Pues, ofrezco un complemento, en respuesta a esta gratuita acusación:

ANATEMA

(Del lat. anathēma, y este del gr. ἀνάθημα).

1. amb. excomunión (acción y efecto de excomulgar).

2. amb. Maldición, imprecación.

3. amb. En el Antiguo Testamento, condena al exterminio de las personas o cosas afectadas por la maldición atribuida a Dios.

4. m. Persona o cosa anatematizada.

Diccionario de la Real Academia Española http://buscon.rae.es/diccionario/drae.htm

 

La primera definición que el Diccionario de la Real Academia ofrece para “anatema” es “excomunión”.

Bajo pena de EXCOMUNIÓN, el texto citado del Concilio de Trento advierte a quienes sin autorización o aprobación del “Ordinario” o Superior Eclesiástico cumplan los siguientes roles respecto a “libro alguno de cosas sagradas” (lo cual obviamente incluye a la Biblia, ya que de ella trata el Decreto de la Sesión IV, y con más razón la de “lengua vulgar”, la cual se encuentra fuera de la recomendación de uso de la “antigua edición Vulgata” en latín):

- ser autor “irregular”

- Tener

- Leer

- Publicar

- Imprimir

- Vender

Cualquiera de estas cosas, hechas sin autorización expresa del “Ordinario”, es causal de la pena de EXCOMUNIÓN. En este sentido, cualquiera que tuviera, leyera, publicara, imprimiera o vendiera la Biblia alemana de Lutero o la “Biblia del Oso” de Casiodoro de Reina, estaba de lleno en esta “excomunión”.

Adicionalmente han pretendido argumentar que la Iglesia Romana no prohibía "todas" las Biblias en lengua vulgar (y de allí mi "mentira"), sino sólo las "adulteradas". Obviamente las "no adulteradas" eran las que decían/contenían lo que la Iglesia de Roma quería que dijeran/contuvieran. Con lo cual TODA otra versión que la misma Roma no aceptara era prohibida (que es lo que se quiso señalar). Además ¿existen acaso registros de distribución masiva de Biblias católicas en lengua vulgar en la época de Trento?... ¿o más bien la Santa Madre Iglesia Romana las restringía al pueblo?

Posee particular importancia el testimonio de John Fox en su "Libro de los Mártires", escrito en el siglo XVI

 

Un testimonio de lo apuntado en [2]

John Wycliffe:

“Cuando Wickliffe se recuperó [de una enfermedad] se dedicó a una tarea sumamente importante: la traducción de la Biblia al inglés. Antes de la aparición de esta obra publicó un tratado en el que exponía la necesidad de la misma. El celo de los obispos por suprimir la Escritura impulsó enormemente su venta, y los que no podían procurarse una copia hacían transcripciones de Evangelios o Epístolas determinadas. Posteriormente, cuando los Lolardos fueron aumentando en número y se encendieron las hogueras, se hizo costumbre atar al cuello del hereje condenado aquellos fragmentos de las Escrituras que se encontraran en su posesión, y que generalmente seguían su suerte.”

John Fox (1517-1587), “El Libro de los Mártires” (Obra del siglo XVI), Capítulo VII, Página 168, Editorial Clie

[3] Digo "principal intérprete" (y no único intérprete), porque si bien cada uno puede ensayar su visión de lo leído, toda interpretación debe finalmente someterse a aquello que el Espíritu revele.

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